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El Salvador es el país centroamericano más pequeño; sin embargo, no es uno de los más seguros. La deserción escolar es un problema principal en esta comunidad cafetalera debido a problemas de seguridad. Los padres tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela debido a allanamientos y robos previos. El objetivo principal de este proyecto fue mejorar las condiciones de seguridad de la escuela y brindar a los estudiantes y al maestro un ambiente de aprendizaje seguro.
Desde los primeros pasos se construyó una cerca alrededor de la escuela protegiendo el área escolar. Pero ahora el proyecto ha crecido, y este año se pudo implementar un nuevo sistema séptico, estaciones sanitarias, tanque para captación de agua de lluvia e instalación de una torre de agua. Estas instalaciones no solo brindan a los niños y maestros un entorno más higiénico, sino que también tienen un impacto en el medio ambiente al reducir el uso de agua y hacer posible el tratamiento del agua. Gracias a todos estos cambios, la inscripción de niños ha aumentado un 45% desde que se inició el programa.